Cada vez más organizaciones invierten en mejorar sus operaciones de seguridad, ya sea creando sus propios centros de operaciones de seguridad (SOC, por sus siglas en inglés) o contratando servicios de seguridad gestionados. No es de extrañar, por tanto, que los profesionales de la seguridad estén más demandados que nunca.
La primera parte de este informe analiza las cualidades de un buen analista de seguridad. Esto es algo que tanto las organizaciones como los propios analistas deberían tener claro (para que ambas partes sepan a qué atenerse), pero a lo que no siempre se presta la debida atención: un grave error que acentúa el desgaste y el cansancio de los empleados. En segundo lugar, se enumeran las principales competencias que deben dominar los analistas para proteger los endpoints, las redes y la nube de la organización de manera eficaz y según los modelos que se describen en el informe.
El documento trata los siguientes temas:
Los modelos y marcos de seguridad necesarios para que los analistas adquieran nuevas competencias y mejoren las que ya tienen.
La diferencia entre las tareas de investigación y la lógica investigativa.
Algunas claves para integrar el concepto de bucle OODA (siglas en inglés de «observar-orientar-decidir-actuar») en el proceso de investigación.