Los datos de todos están en riesgo: protegerlos va mucho más allá del cumplimiento

Los datos de todos están en riesgo: protegerlos va mucho más allá del cumplimiento

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La protección de los datos sensibles, personales y de propiedad debe estar al frente de cualquier estrategia de ciberseguridad. Las consecuencias de no hacerlo pueden ser desde perjudiciales hasta catastróficas, con multas masivas por incumplimiento de la normativa y, lo que es más importante, erosión de la confianza de los clientes. Las regulaciones sobre protección de datos es larga y compleja, y parece ampliarse cada vez que se produce una nueva vulneración.

Sin embargo, aunque el cumplimiento de regulaciones tales como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la Directiva sobre Redes y Sistemas de Información 2 (NIS2) o la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA) es crucial, proteger los datos no consiste solo en evitar multas. Se trata de salvaguardar el alma de una organización: su confianza, su reputación y su supervivencia a largo plazo. La verdadera pregunta no es “¿Qué regulaciones tenemos que cumplir?”, sino “¿Por qué la protección de datos debe ser una prioridad estratégica fundamental más allá del cumplimiento?”.

Grandes problemas actuales de la privacidad de datos y la ciberseguridad

Es cierto que, cuando se evalúa el estado actual de la privacidad de los datos y la ciberseguridad, el cumplimiento de la normativa suele dominar la conversación. En todos los países, estados y sectores, las organizaciones deben sortear un abanico cada vez mayor de mandatos regulatorios para proteger los datos.

Para muchos, el cumplimiento comienza con regulaciones tales como el GDPR de la Unión Europea,1 que ha actuado como anteproyecto global desde su implementación en 2018. En Estados Unidos, casi dos docenas de estados han seguido el ejemplo con sus propias regulaciones, con la CCPA2 a la cabeza. Las estrictas directrices de la CCPA, junto con las cuantiosas multas por infracción, ponen de manifiesto que el incumplimiento de las normas puede dar lugar a una publicidad perjudicial para la marca.

Los mandatos específicos del sector, como la HIPAA para la atención médica, añaden otra capa de complejidad. Para cumplir estas diversas regulaciones, las organizaciones gastan miles de millones de dólares en herramientas y servicios de ciberseguridad. De hecho, la investigación proyecta que el mercado mundial de software de privacidad de datos se disparará de USD 3800 millones en 2024 a más de USD 48 000 millones en 2032, impulsado por una tasa de crecimiento anual compuesto por más del 37 %.3

Si bien el cumplimiento es esencial, es solo una pieza del rompecabezas. Las organizaciones deben admitir que la verdadera protección de datos va más allá de evitar multas y cumplir los requisitos normativos. Se trata de salvaguardar el núcleo de una empresa y garantizar su éxito a largo plazo. Varios factores críticos demuestran por qué la protección de datos es mucho más que una cuestión de cumplimiento:

  • Resiliencia operativa: cuando la información personal o sensible se ve comprometida, puede paralizar operaciones empresariales enteras. Tanto si se trata de identificar el origen de un ataque como de mitigar su impacto, los datos comprometidos implican tiempo de inactividad, lo que interrumpe los servicios a empleados, socios y clientes. Proteger los datos es esencial para mantener los sistemas operativos y evitar costosas interrupciones.
  • Pérdida financiera: las consecuencias financieras de una vulneración de datos van mucho más allá de las multas reglamentarias. Las organizaciones se enfrentan a la pérdida de ingresos por el tiempo de inactividad, a cuantiosas sanciones y a enormes costos para hacer frente a la brecha. Para las empresas internacionales que operan en múltiples jurisdicciones, el impacto financiero de una vulneración de la privacidad de los datos puede ser exponencialmente mayor.
  • Pérdida de reputación: una filtración de datos puede dañar irreparablemente la reputación de una organización. Como advierte la Comisión Federal de Comercio (FTC), las empresas que no cumplen sus promesas de proteger la información personal pueden enfrentarse al escrutinio público y a acciones coercitivas. Ninguna organización quiere aparecer en los titulares por perder millones de registros confidenciales; es un golpe para su marca del que es difícil recuperarse.
  • Erosión de la confianza: la confianza es uno de los activos más valiosos de una organización. Tanto si se trata de empleados cuya información personal identificable (PII) ha quedado expuesta como de clientes cuyos datos se han manejado mal, la confianza puede quebrarse en un instante. Recuperar esa confianza puede llevar años y conlleva importantes costos financieros y de reputación.

Si bien el cumplimiento es un motor esencial de las iniciativas de protección de datos, las organizaciones deben reconocer que lo que está en juego es mucho más importante. La privacidad de los datos tiene que ver con salvaguardar la continuidad del negocio, la estabilidad financiera y la confianza que sustenta la relación de una organización con sus clientes y empleados.

Riesgos y vulnerabilidades en la protección de datos

La motivación de los ciberdelincuentes es diversa: beneficios económicos, perturbaciones geopolíticas o, simplemente, la emoción de competir con otros hackers. Sea cual sea el motivo, se centran sistemáticamente en varios puntos vulnerables conocidos y cada uno de ellos subraya por qué la protección de los datos es algo más que el mero cumplimiento de las regulaciones:

  • Controles de acceso débiles o incoherentes: los controles de acceso mal gestionados son una de las formas más fáciles que tienen los hackers de acceder sin autorización a información confidencial, como la PII. Las credenciales robadas o comprometidas permiten a los atacantes eludir los sistemas de seguridad e incluso la autenticación de varios factores (MFA), considerada durante mucho tiempo un elemento básico de seguridad, puede eludirse de forma creativa. Las medidas de cumplimiento pueden imponer controles de acceso, pero la verdadera protección requiere una supervisión continua, actualizaciones frecuentes y un compromiso más profundo para mantenerse al día con la evolución de las amenazas. No basta con implementar controles para cumplir la normativa; deben ser sólidos y gestionarse activamente a fin de adaptarse a los nuevos métodos de ataque.
  • Ransomware: los ataques de ransomware se han convertido en el arma preferida de los ciberdelincuentes, especialmente en sectores como la salud, la educación y la administración pública, donde la exposición de datos confidenciales puede provocar importantes interrupciones operativas. Estos ataques pueden paralizar los servicios y provocar tiempos de inactividad prolongados y dañar la confianza del público. Aunque los marcos de cumplimiento pueden dictar defensas básicas, el verdadero riesgo aquí es la resistencia operativa. Los ataques de ransomware nos recuerdan que proteger los datos es salvaguardar la continuidad de los servicios y mantener la confianza de las partes interesadas, dos factores críticos que las regulaciones por sí solas no pueden garantizar.
  • Phishing e ingeniería social: los ataques de phishing, que a menudo implican tácticas de ingeniería social muy sofisticadas, son cada vez más difíciles de detectar. Los hackers elaboran correos electrónicos o mensajes que imitan a marcas de confianza, engañando a los usuarios para que compartan sus credenciales o hagan clic en enlaces maliciosos. Con el aumento de los ataques al correo electrónico empresarial (BEC), las organizaciones deben supervisar los enormes volúmenes de tráfico de correo electrónico que pasan diariamente por sus sistemas. El phishing va más allá de las listas de comprobación de cumplimiento; las organizaciones deben implementar análisis de comportamiento y educación de los usuarios para adelantarse a estas amenazas en evolución. El elemento humano, a menudo el eslabón más débil, no es algo que las regulaciones puedan solucionar por sí solas; la vigilancia y la formación continua son esenciales.
  • Amenazas internas: las amenazas internas son cada vez más frecuentes, ya que los empleados descontentos y los contratistas conservan el acceso a bases de datos sensibles, incluso después de abandonar una organización. Estos actores suelen aprovechar su conocimiento de los sistemas de una empresa para robar datos o interrumpir sus operaciones. Puede que el cumplimiento de la normativa exija registrar el acceso a los sistemas, pero las amenazas internas ponen de relieve la necesidad de realizar auditorías de acceso continuas y aplicar políticas más estrictas en torno a la conservación de los datos. Proteger los datos significa ir más allá de las medidas reglamentarias para garantizar que las personas que ya no están afiliadas a la organización no puedan conservar un acceso perjudicial.
  • Compromiso de los proveedores de terceros: a medida que las organizaciones dependen cada vez más de proveedores externos, aumentan las vulneraciones de datos de terceros. Estos proveedores suelen tener acceso privilegiado a información sensible, pero no siempre cuentan con prácticas de seguridad sólidas. La protección de la privacidad de los datos no se limita a lo que ocurre dentro de una organización, sino que afecta a todo el ecosistema. Las organizaciones deben mirar más allá de su propio cumplimiento y evaluar las prácticas de seguridad de sus socios, vendedores y proveedores de servicios con el fin de evitar que se produzcan vulneraciones fuera del control directo.

Más allá de estas amenazas comunes, el aumento de dispositivos móviles personales utilizados por fuerzas de trabajo remotas e híbridas presenta otro riesgo significativo. Los hackers pueden explotar dispositivos y redes domésticas inseguros, a menudo haciéndose pasar por usuarios legítimos con el fin de acceder a los sistemas de la organización. Por qué es importante: con el cambio generalizado al trabajo a distancia, no basta con confiar en las regulaciones de cumplimiento. Las organizaciones deben implementar soluciones integrales de gestión de dispositivos móviles (MDM) y educar a los empleados para que protejan sus redes domésticas.

La computación periférica e Internet de las cosas (IoT) también amplían la superficie de ataque, ya que muchos dispositivos de IoT carecen de medidas de seguridad fuertes debido a su pequeño tamaño y limitada potencia de cálculo. A medida que se acelera la adopción de IoT, estos dispositivos ofrecen a los hackers un punto de entrada vulnerable a sistemas más grandes. Por qué es importante: el cumplimiento puede afectar a la infraestructura de TI en general, pero IoT y los dispositivos periféricos exigen protocolos de seguridad específicos para cerrar las brechas que las regulaciones pasan por alto. Proteger estos endpoints es vital para garantizar la seguridad general de los datos.

Por último, los hackers usan la inteligencia artificial (IA) para automatizar y ampliar sus ataques. Desde el phishing hasta el robo de identidad, los ataques impulsados por la IA son más rápidos, más frecuentes y más dañinos que nunca. Por qué es importante: aunque el cumplimiento de la normativa obliga a proteger los datos, rara vez tiene en cuenta la velocidad y la complejidad que aporta la IA. Las organizaciones necesitan adoptar medidas defensivas basadas en la IA para contrarrestar la rápida evolución de las técnicas utilizadas por los atacantes.

Estrategias y medidas que todas las organizaciones necesitan para garantizar la privacidad de los datos en ciberseguridad

Las organizaciones deben priorizar la privacidad de los datos en ciberseguridad por algo más que razones de cumplimiento; la resiliencia operativa, las obligaciones legales, la confianza, la reputación y la experiencia de los clientes y empleados dependen de ello. Los siguientes pasos pueden ayudar a establecer una base sólida para la acción inmediata:

  1. Pruebe, pruebe, pruebe
    Las auditorías periódicas de la privacidad de los datos y las evaluaciones de vulnerabilidad son fundamentales en cualquier estrategia de ciberseguridad. Si bien las auditorías de cumplimiento suelen ser obligatorias, las auditorías internas que evalúan las vulnerabilidades en tiempo real y la preparación de la organización son igualmente importantes. Las pruebas garantizan que los sistemas sigan siendo resilientes y adaptables a la evolución de las amenazas.
  2. Cifre todo
    Los datos, ya sea que estén en movimiento o reposo, deben estar siempre cifrados, en la nube, en el perímetro o en el centro de datos. Los datos de las copias de respaldo también deben cifrarse y la gestión de las claves de cifrado debe ser precisa y aplicarse de forma coherente. El cifrado sirve como última línea de defensa, ya que garantiza que los datos permanezcan seguros incluso en caso de vulneración.
  3. Establezca políticas sólidas
    Es esencial contar con un marco sólido de protección de datos. Afortunadamente, no tiene que reinventar la rueda: el GDPR, la HIPAA y el PCI DSS ofrecen normas excelentes. Adopte políticas que solo recopilen y almacenen datos personales esenciales para las operaciones empresariales, como nóminas o datos de clientes. Cada ampliación de las políticas de acceso aumenta el riesgo de vulneración de datos, por lo que es fundamental mantener el acceso mínimo necesario.
  4. Aproveche la IA como fuerza del bien
    Con el aumento del volumen y la sofisticación de los ataques, se debe emplear la IA para reforzar las defensas de la privacidad de los datos. Mientras que las organizaciones pueden tener dificultades para contratar suficientes ingenieros de ciberseguridad y analistas de SOC cualificados, la IA es un multiplicador de fuerza eficiente que puede automatizar la identificación y mitigación de amenazas.

Más allá de lo básico: medidas adicionales para mejorar la privacidad de los datos

Además de los pasos críticos anteriores, considere la aplicación de estas medidas para reforzar aún más su estrategia de privacidad de datos:

  • Capacitación de usuarios finales: el error humano es la principal causa de las vulneraciones de datos, ya que los empleados a menudo socavan la seguridad de sus propios datos sin saberlo. La educación y la capacitación continuas pueden ayudar a mitigar este riesgo concienciando sobre el phishing, la ingeniería social y las mejores prácticas para el manejo de los datos.
  • Reducción de la complejidad: modernizar las infraestructuras antiguas y adoptar la plataformización permite eliminar las vulnerabilidades causadas por entornos de seguridad excesivamente complejos. La simplificación de la pila de seguridad reduce la superficie de ataque y mejora los controles de privacidad de los datos.
  • Identificación de TI no autorizada: la “TI no autorizada” se produce cuando empleados o departamentos introducen tecnología no autorizada en la organización. Esto es especialmente peligroso cuando se desarrollan y entrenan grandes modelos lingüísticos (LLM) o herramientas de IA con datos personales o privados sin supervisión. Llevar a cabo auditorías para localizar y abordar iniciativas de TI no autorizada es esencial para mantener el control de la privacidad de los datos.
  • Asignación de un delegado de protección de datos: mantenerse al tanto de las nuevas amenazas a la privacidad de los datos, las regulaciones y la jurisprudencia emergente exige una vigilancia constante. Convierta la protección de los datos en un trabajo a tiempo completo: designe a un delegado para que se mantenga al tanto de las novedades y garantice el cumplimiento de las regulaciones en constante evolución.

Finalmente, tenga en cuenta que un requisito clave para cualquier organización que se tome en serio la privacidad de los datos es formar equipo con un socio de ciberseguridad que demuestre un compromiso con la privacidad de los datos más allá de los límites del cumplimiento de la normativa. Esto debe ejemplificarse en los productos, las prácticas y el enfoque estratégico de la privacidad de los datos en todos los niveles.

¿Tiene curiosidad por saber qué otras predicciones ha hecho Palo Alto Network? Consulte el blog de predicciones para 2025 aquí.


1¿Qué es el GDPR, la nueva ley de protección de datos de la UE?, GDPR.EU, 2024
2Guía de protección de datos en EE. UU., White & Case, 2024
3Tamaño, cuota y análisis del sector del mercado de software de protección de datos, Forbes Business Insights, 2024

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